En momentos en los que el Reino Unido extiende su control sobre la zona marítima de las Islas Malvinas, aumentando no sólo su control militar y económico sobre el área, sino también aumentando su proyección sobre el continente antártico, las autodenominadas “Provincias Unidas del Sur”, integradas por las provincias de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén y La Pampa, firmaron un “Tratado de Patagonia”, según el cual los gobernadores integrantes de las provincias involucradas se comprometen a elegir, según sus propias palabras, “de su seno a quien por el término de un año presidirá la Región.”
De esta manera, los gobernadores Gustavo Melella (Partido de la Concertación FORJA), Claudio Vidal (Somos Energía para Renovar Santa Cruz), Rolando Figueroa ( Movimiento Popular Neuquino), Sergio Ziliotto (Unión Por La Patria) y Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro), designaron a su par, Ignacio Torres (Juntos por el Cambio), gobernador de Chubut, como “presidente” de la región patagónica…Es decir, presidente de una región que no es autónoma, y que forma parte integral (y fundamental) de la República Argentina.
Tengamos presente que hace poco menos de un mes, el canciller del Reino Unido, David Cameron, visitó nuestras Islas Malvinas y expresó, respecto a los kelpers, que “los apoyaremos y ayudaremos a protegerlos y defenderlos absolutamente, en lo que a mí respecta, por el tiempo que quieran. Y espero que sea por mucho, mucho tiempo, posiblemente para siempre”.” La reacción del gobierno argentino fue, como mucho, tibia…
Coincidentemente con la visita de Cameron a nuestras Malvinas, se dio a conocer que el gobierno kelper seleccionó a los astilleros Harland & Wolff, británicos, para la construcción de un puerto de grandes dimensiones en las islas (aproximadamente unos 400mts), capaz de recibir no sólo embarcaciones turísticas, científicas y pesqueras, sino también embarcaciones militares. De esta manera, los kelpers pretenden seguir fortaleciendo la presencia militar en las islas, renovando las instalaciones portuarias, además de continuar explotando ilegítimamente los recursos naturales de nuestras islas y mar austral.
Recordemos también que en nuestro territorio continental, más precisamente en Tolhuin, provincia de Tierra del Fuego (una de las integrantes de las “Provincias Unidas del Sur”..) se encuentra un radar inglés, emplazamiento autorizado en 2022 por la Jefatura de Gabinete del entonces gobierno de Alberto Fernández. Dicho radar, fabricado por la empresa británica Leolabs, está ubicado a unos 700 kilómetros de nuestras Islas Malvinas, y no se sabe a ciencia cierta cuáles son los datos que recaba y con qué finalidad…
Siguiendo con los intereses británicos en la Argentina continental, es precisamente la Mapuche International Link, ONG con sede el Bristol, Reino Unido, quien está detrás de los reclamos de los pseudomapuches que realizan tomas de tierras e incendios de propiedades de argentinos en nuestra Patagonia, actos que tuvieron una fuerte alza durante el gobierno de Alberto Fernández, gobierno que no sólo no hizo nada para detener dichos actos violentos, sino que incluso cedió tierras en detrimento de los legítimos propietarios de las mismas (sean particulares argentinos, sea el mismo Estado). En 2022, no conformes con cometer actos delictivos, los mapuches, amparados por autoridades de la Universidad Nacional del Comahue, hizaron sus banderas en varias sedes de la casa de estudios, tanto en Neuquén como en Río Negro. Este acto fue una afrenta directa a la soberanía nacional, como lo reflejan las declaraciones de Horacio Antillanca, trabajador no docente de la Universidad:”No le pedimos permiso al papá Estado para darle sentido a este símbolo político del pueblo mapuche de un lado del otro de la cordillera. Somos una nación preexistente al estado nacional argentino”. Es decir, desconocen la autoridad del estado argentino en nuestro propio territorio. Huelga decir que el gobierno de Fernández no hizo absolutamente nada al respecto.
Debemos tener en cuenta, además, la presencia de una base satelital China en nuestra Patagonia, más precisamente en la localidad de Las Lajas, provincia de Neuquén. Esta base fue autorizada, primero, por un acuerdo firmado por el gobiero de Cristina Fernández de Kirchner, en 2012, convenio ratificado por el Congreso Nacional en 2014. Además, Neuquén cedió 200 hectáreas para la base China por un lapso de 50 años. Con dicha base, el gobierno “nacional y popular” de CFK cedió la soberanía del territorio argentino a China, ya que en dicha base, y las hectáreas circundantes, el control total es de los orientales y no de las autoridades argentinas.
Volviendo al tema de las “Provincias Unidas del Sur”, en la reciente “cumbre” de gobernadores patagónicos llevada a cabo en Puerto Madryn, se manifestó lo siguiente: “Aportamos el 98% del gas, el 87% del petrolero, el 71% de la energía eólica, el 77% de la energía hidroeléctrica, concentramos el grueso de las capturas pesqueras y las descargas. Tenemos los principales destinos turísticos, recursos agrícolas, ganaderos y forestales”… Es decir, sientan posición indicando cuáles son sos puntos fuertes, y hasta Torres ha amenazando con cortar el suministro de petróleo a la Nación en caso de que se recortara la coparticipación. Esa amenaza contó con el apoyo de los demás gobernadores regionales.
Por último, sostienen: “Estamos dispuestos a acuerdos en la medida que no vengan impuestos ni estén precedidos de condicionamientos. Debe comprenderse la importancia de alcanzar consensos institucionales entre Estados preexistentes –Como lo son las provincias- y una Nación formada por voluntad y elección de las provincias que la componen. Reafirmamos ese compromiso como así también el de defender a nuestras provincias ante cualquier intento de atropellar sus autonomías o menoscabar sus recursos.”
Sostener que esas provincias son “estados preexistentes” es falso. Las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut obtuvieron su autonomía el 15 de junio de 1955. La provincia de La Pampa tuvo su autonomía el 8 de agosto de 1951. La provincia de Tierra del Fuego, el 26 de abril de 1990. La provincia de Santa Cruz, el 22 de noviembre de 1956. Ninguna de esas provincias, como tales, fueron preexistentes a la conformación de la República Argentina. Por lo tanto, independientemente de que que digan ampararse bajo el artículo 124 de la Constitución Nacional, las provincias como tales, ya sea unidas el un bloque de regiones o de manera unitaleral, no pueden declarar “presidente” zonal. Estamos frente a una situación realmente preocupante, un cuasi intento de secesión.
Para poner la gravedad de la situación generada por estas “Provincias Unidas del Sur”, tengamos en cuenta que, mediante el DNU 70/2023, Milei pretende derogar la llamada Ley de Tierras (26.737), que limita la posibilidad de que extranjeros, sean personas físicas o jurídicas, accedan a la titularidad y posesión de tierras rurales. Al rerogar dicha ley, cualquier extranjero puede acceder a un número ilimitado de hectáreas, incluso en zonas limítrofes o en zonas de cuerpos de agua (lagos, ríos, mar).
No hace falta saber sumar para darse cuenta de que todos estos factores se conjugan para crear un escenario que, más allá de ser preocupante, es real, y actual. El gobierno nacional, en un grado más de improvisación, deja actuar a esta nueva autoproclamada unión de provincias, dándole entidad.
Desde Núcleo Social sostenemos que la integridad territorial de Argentina, de carácter bicontinental, debe ser defendida a toda costa. Desde La Quiaca hasta el Polo Sur, desde los Andes hasta las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, sus vías navegables y plataforma marina deben ser preservadas a toda costa de cualquier intento secesionista, como así también de cualquier intento de ocupación por parte de extranjeros, por cualquier medio que éstos pretendan utilizar.
Reconocemos sobre nuestro territorio solamente una bandera: la azul y blanca. Y nuestro territorio llevará por siempre sólo un nombre: el de Argentina.
I.G.C.